Familia Antillanca Silván.

Katherine Silván, 16.701223-k

«Este 2017 partió nuestra búsqueda en serio de un jardín para nuestro Mateo de 3 años. Creíamos que sería una tarea sumamente difícil, pues nos costaba entregar el cuidado de nuestro hijo a personas que no conocíamos, teníamos todos los temores y ansiedades propias antes de dar este paso, más aún con todos los casos de abusos o malos tratos que se conocen a través de las redes sociales y noticias.

Un día nos encontramos con Upita, llamé a Leslie para conocer el proyecto, no me pudo contestar, pero al rato me devolvió el llamado, le pregunto de inmediato si aceptarían a mi hijo con pañales y ella me dice “obvio, ¿por qué habría de ser un problema?» Aún recuerdo la paz que sentí cuando escuché esa respuesta, seguramente ella no se imagina lo importante que era para mí y lo difícil que había sido recibir respuestas negativas en los lugares que había visitado antes. Desde ahí empezó nuestra historia.

Mateo ingresó hace un par de meses y la experiencia ha sido maravillosa. Upita es un espacio sumamente respetuoso, amoroso y libre. Jamás han obligado a mi hijo a hacer algo ni tampoco a nosotros nos colocan exigencias como padres. Todas quienes trabajan en Upita son personas que acompañan a nuestro hijo en su desarrollo particular y también acompañan nuestro desarrollo como padres. Son capaces de entender nuestros temores, cansancios, trabajos, de ahí su flexibilidad en horarios de ingreso y retiro de los niños al jardín. Durante la adaptación, que fue lenta, nos permitieron estar con Mateo en la medida que lo consideráramos importante y pertinente, gracias a eso y a toda la contención que le entregaron a nuestro hijo en este proceso, Mateo pasó de llorar en las mañanas al despedirse a levantarse contento por las mañanas porque sabe que irá a Upita a ver a sus tías y a sus compañeros, que nombra a diario. Cada tarde Mateo vuelve a casa feliz y contándonos todo lo que hicieron, nos canta un montón de canciones y nos cuenta, por ejemplo, colores en inglés o acerca de la bandera de Chile. 

Estamos realmente felices y tranquilos de haber llegado a Upita, nos sentimos hasta privilegiados, porque esta vuelta a la vida laboral, luego de 3 años de crianza en casa, ha sido muy, muy positiva, porque precisamente Upita y sus profesionales aparecieron en nuestro camino. Gracias a cada una por su bello trabajo, se siente la alegría y la amistad que hay en todo el equipo que hace esta titánica tarea. Gracias por cuidar de nuestro tesoro.»

Dirección:

Heriberto Covarrubias 107.
Ñuñoa. Santiago

Teléfono:

+562 3265 6457 / +569 9773 2767

Renuevatuweb, © 2020